Diciembre|26
Mi molino
¡Válame Dios! -dijo Sancho-. ¿No le dije yo a vuestra merced que mirase bien lo que hacía, que no eran sino molinos de viento, y no lo podía ignorar sino quien llevase otros tales en la cabeza?
Sábado 18 de 11 a 6 am, miércoles 22 de 11 a 5 am (vamos, que era mitad de semana) y viernes 24 (bueno ya sábado 25) de 1:30 am a 7 am fueron mis batallas.
Y el buen Sancho tenía razón, pero yo seguiré embistiendo mi molino aunque en gigante lo crea convertido (pues vaya que los años pasan y ya el organismo resiente con tanta facilidad que mortifica). -Y le rindo honores a mi venerado Cervantes al tiempo que le pido disculpas por profanar su obra para un post tan banal-. Y anuncio: el trabajo (léase el raciocinio y la responsabilidad) no me impedirá seguir tras mi molino.
I looooooooove that place... I loooooove that music... I loooooove (OMG) that barman.
En el manchón negro de más abajo se supone que salgo yo con el DJ del Moulin Rouge, quien por cierto estaba en precarias condiciones (Niños, aprendan a beber). Reconozco que me dio flojera tratar de que se viera mejor con el photoshop (aunque no cuesta nada), pero ya mañana regreso a trabajar así que quiero dedicar estas últimas horas a la vagancia. De hecho, esto debí colocarlo ayer.
Deja tu huella en la superficie
Menuda marcha Mai...
!Lástima que yo sea tan fresa!
Que envidia, y pensar que en esta ciudad no tenemos ni un antro decente donde meternos...
Bueno el Casco Viejo es el Casco Viejo, pero no se parece a los molinos en poco más que nada...
Un saludico