Enero|11
Baja de lithium colectiva
Advertencia: lo que viene a continuación es pura habladera sin sentido (si se lo encuentran -el sentido, obviamente- les recomiendo que se revisen internamente, porque algo puede andar mal en ustedes)
Ayer intercambiaba ideas con Ma. Candela acerca de mi post anterior y le daba vueltas al asunto a esto de sufrir o no del trastorno bipolar. Tras largas horas reflexionando (minutos realmente, pero no quería restarle trascendencia al tema), he concluido que lo de la baja de litio es definitiva y a nivel colectivo. (¿O me van a decir que a diario no se topan con algún ser a quien le varía el humor del un segundo a otro?)
Esta es la nueva tesis que estoy desarrollando: Si el trastorno bipolar de cada quien no es congénito gracias a los progenitores o demás ancestros con genes retorcidos, se adquiere con el pasar de los años. ¿Cómo? Eso es lo que paso a explicar a continuación, como "experta" que soy en psicología social (ajá, sisi).
Muy vulnerable resulta la adolescencia. Además del consabido desastre hormonal, se suma el acné, los enamoramientos desmedidos y las competencias por ser el "más cool". En la juventud tampoco faltan los enamoramientos sumados a exámenes parciales y profesores un tanto sádicos.
Ni hablar de la vida laboral, donde gracias a jefes disfuncionales, exceso de trabajo y, por qué no, enamoramientos también (que se han visto casos)estamos expuestos constantemente al peligro de la hipolitia (acabo de inventar ese término, pero capaz que existe).
Como habrán visto, los enamoramientos están presentes siempre. Esto me ha llevado a plantear otra teoria: los enamoramientos son inhibidores de lithium por excelencia. Lo cual no tiene por qué ser malo o bueno, simplemente ocurre y ya, así que lo mejor es disfrutarlo ya sea a punta de ron y boleros para cortarse la venas o con música ensoñadora hasta quedar cianótico de tanto suspirar por lo "perfecta" que nos resulta la persona amada.
(Hay que ver que me gusta hablar paja)
