Marzo| 8
Realidad que contamina
Y me dicen "solo eres una soñadora". Pero cómo no serlo. Cómo voy a permitir de brazos cruzados que la realidad de este mundo sublime y cruel a la vez me contamine.
Todos los días de mi vida me topo con ella, la embisto y la reniego... y a veces la acepto dentro de lo que mi inconformismo me permite. Es poderosa e irremediablemente infecta mi torrente sanguíneo como el monóxido de carbono.
Hay días en los que salgo más airosa, pero hay otros, como hoy, en que desearía que esos mundos lejanos que contemplan mis ojos desde la ventana de mi imaginación invadieran esa realidad y la sometieran.
No importa. Esta noche volveré a soñar para purificar mis venas y desterrar realidad de mis pulmones; aunque me asalte de nuevo mañana en la mañana no permitiré que me envenene nunca por completo. ¿Y es que cómo se podría vivir sin soñar?