Marzo| 9
Con el despecho en el bolso
Me lo llevo a donde vaya, aunque noches como esta solo quisiera lanzarlo a la ventana. Pero ni boto el CD ni boto nada. Me quedo con el celular aún caliente, con tu voz glacial y la llamada cortada. Con esta necesidad de mandar todo a la mierda. Me quedo con el morocho cantando y con esta soledad que hoy es llaga en salmuera, sable de hiel que atraviesa, certeza que reseca los labios y postra.
Y me pregunto por qué, si sé que no te amo, me siento ahogada de estas putas ganas de querértelo decir... perdón…
“Son los recuerdos, me han hecho mal”
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