Enero|18
Cardiopatía crónica
Estoy triste. Sí, lo admito. Me siento mal, me duele. Intento estar bien y hacer como si no pasa nada, pero no y tengo que decirlo. Me duele ser siempre la que quiere más, pues defintivamente parece que yo no sé querer de menos. Me duele ser siempre la última en el orden, eso si es que me dan un lugar. Me duele y me canso de tener que lavar, remendar y reparar, para de nuevo terminar salpicada, deshilachada, exiliada, "implícita".
En el supermercado, entre los pasillos, productos y rostros ignotos, siento que el carro de compras pesa más de la cuenta. Y pienso que desgraciadamente no existe un Mr. Músculo para sacar renuentes manchas de tristeza. Voy en el auto por la Cota, bordeando el Ávila, y suena una canción que me agudiza esta sensación. La música también tiene sus efectos secundarios, me imagino.
Y es que esa alegoría de tener en pedazos el corazón no podía haber surgido de la nada, ya me parecía a mí. No podía ser el fruto de un simple loco poeta que pensó que esa imagen literaria se vería bonita en su verso urgente ante el desamor. No.
No y no es metáfora. Es que justo ahí duele, como cualquier cardiopatía. Es una sensación de vacío y pesadez; “una opresión ahí, en el pecho, un poco hacía la izquierda”, le podría referir al médico. Y entonces él me preguntaría: “¿hay antecedentes de afecciones coronarias en su familia?” “¿Y quién no las tiene, doctor?", le respondería. "¿Conoce acaso usted alguna persona a la que no le hayan roto nunca el corazón?”
Deja tu huella en la superficie
Suele pasar que las piezas de repuesto no encajen bien en la parte del corazon descompuesto.
Y a veces se ve mal hecho, y feo, lo malo es que como cualquier reparación, nunca queda trabajando bien las zonas que necesitan trabajar a temperatura de marcha. Y se siente el jaloneo.
A veces cree uno que cambiando de técnico se arregla todo, pero siempre que volteas a ver ese pecho y ese corazón al descubierto, y ves como esta de maltrecho te preguntas por que tuve que tomar el camino mas difícil, si hubiera tomado el parejo no habría pasado por esto.
En fin, yo aun siento que me tengo que detener a esperar a que responda bien, por que me da mucho miedo quedarme en medio de la carretera oscura y sin compañía.
Por que de verdad duele?... si no es mas que una reacción eléctrica?... por que demonios el cerebro manda en nuestros demás órganos.. en que momento le damos permiso que haga sufrir nuestro corazón?.. por que le permitimos que oprima nuestros pulmones?, por que permitimos que ordene al estomago hacerse un hueco enorme y nos queme con ácidos? Por que le permitimos que mande en nuestra boca y la cierre para no permitir entrada de alimentos?... acaso le gusta sufrir?...seguro es mas humano que solo un órgano mas.